La típica fauna orinoquense, está representada en la literatura y la tradición por los animales que han sido más evidentes al ojo o al oído humanos, o los que con mayor frecuencia figuran en los cuentos, leyendas y temores de la gente, o aquellos que son el blanco más frecuente de. la caza para consumo. Los más conocidos y fácilmente observados en los Llanos Orientales incluyen el venado sabanero (Odocoileus virginianus), el chigüiro (Hydróchaeris hydrochaeris), y la corocora roja (Eudocimus ruber). La fauna orinoquense abarca también a uno de los animales con la vocalización más poderosa del reino animal como lo es el araguato o mono cotudo (Alouatta seniculus) qué puede ser escuchado a varios kilómetros de distancia, o las diversas especies de guacamayas (Am spp.), cuyas bandadas rompen el silencio de la mañana al dirigirse a sus habituales lugares de alimentación o al atardecer cuando regresan a sus dormideros. También comprende varios animales que se consideran peligrosos para los humanos, como el tigre (Panthera onca), el güío negro o anaconda (Eunectes murinus), el caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius) y la cuatronarices (Bothrops atrox).
Los Llanos son para mucha gente la parte más familiar de la Orinoquia, particularmente por la facilidad de observar su fauna y por la abundancia y vistosidad de sus elementos.
El bosque de galería es uno de los panoramas más maravillosos que se puedan observar en el territorio llanero. Compuesto por árboles altos de diferentes especies, entre ellas flor amarillo (tabebuia serratifolia) y las ceibas (ceiba petandra), el bosque de galería conforma un pasillo o túnel a lo largo de los ríos con cauce permanente, cuya vegetación, en color y altura, es bien diferenciada del resto del paisaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario